Un homenaje a Tania Bruguera

Roberto Pinto
Noviembre 2010

De: Pinto, Roberto “Un Homenaje a Tania Bruguera”, En ocasión de la muestra personal “Giordano Bruno para Santo”, MLAC – Museo Laboratorio de Arte Contemporáneo, Roma, Italia. Ed. Postmedia Srl. Fiesola, Italia, noviembre 2010, (cub. e ilust.) p. 38 – 45.

ISBN 88-7490-051-0p>

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Un homenaje a Tania Bruguera

por Roberto Pinto

Pero justo como poseo la historia, ella me posee;

Me ilumina: ¿pero cuál es el objetivo de la luz?

Pier Paolo Pasolini1

Los políticos profesionales menoscaban la política.

En el proceso de luchar contra el sistema,

sus egos interfieren y pasan de ser un recurso de auto-seguridad a meta.

La política pierde su fundamento cuando deviene poder.

  Tania Bruguera2

De las obras más importantes  del comienzo de la carrera de Tania Bruguera, que comenzó hace menos de veinte años,  se debe señalar Homenaje a Ana Mendieta3. Es una obra extensa y compleja durante la cual la joven artista concentra sus fuerzas en representar algunos de las obras más significativas de Ana Mendieta, que también nació en Cuba y es parte de la generación anterior. Esa intervención queda abierta a diferentes interpretaciones. Primeramente, se hace necesario señalar que Ana Mendieta fue una artista prácticamente desconocida en su país, tanto por el carácter efímero de muchas de sus intervenciones basadas fundamentalmente en la actuación – y, sobre todo, porque esta cubana, que vivió y murió en los Estados Unidos  resultaba poco popular para el régimen. En Cuba, de hecho, se divulgó poca información sobre sus obras; destino compartido, por otra parte,  con un amplio volumen de producción intelectual “disidente”, o lo que el régimen considerara.4Para ser sinceros, se debiera decir también que, en general,  los acontecimientos del arte contemporáneo internacional no fueron muy bien divulgados en la isla. Sin embargo, este vacío informativo se llenó, sobre todo, gracias al papel de la Bienal de la Habana (y su directora Llilian Llanes), cuya primera edición tuvo lugar en 1984. Para Tania Bruguera y su generación esto constituyó, sin duda alguna, un Puente fundamental de comunicación con las experimentaciones internacionales más interesantes.

Sin querer subestimar la importancia de los profundos lazos de esa “ dedicación” con los problemas internos del estado caribeño, al cual regresaremos más tarde, considero importante centrar nuestra atención en algunas afinidades entre los dos artistas que surgen cuando se analiza  el camino ulterior de Tania Bruguera , quien deja bien claro las motivaciones para este homenaje. En realidad, podemos analizar el interés que Ana Mendieta despertó en la joven Tania para comprender mejor algunas de sus principales fundamentos temáticos. Creo, de hecho, que la elección de Tania Bruguera de representar las obras de Ana Mendiata, en particular, debe interpretarse como un modo de reclamar otredad respecto del sistema artístico más consolidado y, analizándolo desde un enfoque más amplio, criticar también, desde adentro, los modelos “heroicos” propuestos/impuestos por los protagonistas de la Revolución cubana. Fidel Castro o incluso Che Guevara, a pesar de oponerse al capitalismo y al sistema tradicional, basaron su imagen pública en un esquema típico de la sociedad a la que se oponían, donde solo “el hombre blanco” puede retener el papel de Salvador o redentor. Las obras de Mendieta, en realidad, se asumen como simbólicas en la búsqueda de diferentes modos de narración, anti-heroica y femenina. Además, sus obras se nutren  de una religiosidad que podemos definir como caribeña – la que, por ende, contiene intrínsicamente elementos híbridos y cambiables.– y una actitud performativa que refuta otras prácticas del proceso conmemorativo de los héroes (y quizás de modo más general, una única práctica masculina de representación) que necesita imágenes claras y definitivas de una vez y por todas. Todos estos elementos fueron muy bien interiorizados por Tania Bruguera y, en muchas maneras, nutren su camino expresivo. Al igual que Ana Mendieta, Tania intenta encontrar en el proceso artístico una ritualidad basada en el uso de su propio cuerpo y clama como finalidad la búsqueda de una identidad que no necesariamente se corresponde con la asignada por la sociedad. Bruguera, en el curso de esas acciones y en la realización de sus actos, no se detiene ante el dolor, el sufrimiento o la auto-humillación. Su obra está encaminada a crear situaciones totalmente compartidas con el espectador – y quizás en ese aspecto específico existen una distancia entre las experiencias más lejanas e íntimas propuestas por Ana Mendieta – quien suele hacerse partícipe directa de la acción, tanto emocionalmente, y con menor frecuencia, físicamente. 

Resulta fácil captar al analizar el Homenaje, es su uso de la representación como “técnica”, que Tania Bruguera no cae en la tentación nostálgica de un tiempo perdido ni hay indicios de sometimiento psicológico con relación al pasado que se encuentra en sus obras. Por el contrario, su intento me parece atribuible a la necesidad de vivir en el presente, con su propio cuerpo, mediante sus propias sensaciones.  Esos experimentos – cruciales en su simbolismo pueden asumirse como una señal de un momento decisivo desde un punto de vista artístico, y más aún, social.

Es evidente que en Homenaje hay una clara intención de diseccionar temas políticos, estrictamente conectados a la situación cubana cuando se analiza esta experiencia con relación a otros trabajos previos de la autora. De las tantas obras que pudieran ejemplificar ese interés, se pudiera mencionar, Memoria del la Posguerra, Cabeza Abajo o El Peso de la culpa. Una entrega que, aún sin estar conectada a su tierra natal, pudiera considerarse un verdadero rasgo estilístico. No es coincidencia, no obstante,  que muchas de las investigaciones de Tania son investigaciones reales dentro de la sociedad, recurriendo inicialmente contra los eslogan y la simplificación que envuelve una visión sintetizada en algunas frases fundamentales. Podemos encontrar más que eso en Arte o Muerte. Sobreviviremos,5o en un trabajo reciente de mayor envergadura (realizado en cooperación con la escritora Achy Obejas) Autobiografia Remix, una pieza musical poco usual donde se presentan como muestra las consignas de la Revolución cubana para crear  una música disco “comprometida con la política”, que ofrece además una adaptación de las famosas palabras de Marx que abren el Il 18 Brumaio:6 “La historia ocurre primero en forma de tragedia y después en forma de pachanga”.7

Para equilibrar los aspectos políticos de la obra de Tania Bruguera, emerge una conciencia conceptual, que nunca resulta secundaria en su investigación, que está también presente en la comprensión de los significados lingüísticos e históricos, elementos bases en más de una obra. No se debe olvidar que su obra presenta aspectos emocionales sentimentales – sin intención de evocar el mero sentido de la palabra –que no pueden ser ignorados, si no queremos arriesgar la comprensión de su compleja investigación. La relación visceral establecida entre la figura de Fidel Castro, en la perspicaz instalación/performance presentada en la séptima edición de la Bienal de la Habana en 2000,8 es testimonio fehaciente de ello.

El otro aspecto de las obras de la artista cubana, que es (casi) inseparable de la política, es la historia, quizás la historia con H mayúscula. No se enfrenta con un espíritu de aceptación esperanzadora, sino más bien con la imposibilidad de escapar de un enfrentamiento activo  con los acontecimientos y circunstancias – difícil de evadir en una situación como la de Cuba– que nos envuelve, incluso cuando hacemos todo lo posible por ignorarlos. Memoria de la Posguerra,9El peso de la culpa, El Cuerpo del Silencio, las dos obras Sin Título– presentadas en la séptima edición de la Bienal de la Habana y en la oncena edición de Documenta – son posiblemente los dos ejemplos más claros. Esos intereses casi nos hacen pensar que hay una contradicción en la planificación de su obra: ¿cómo puede la atención del espectador quedar sujeta a los sucesos históricos o a una situación política específica mediante una actuación tan efímera y no clasificable por naturaleza y Arte de Conducta (para usar el término del artista)? Es obvio que para Tania Bruguera la historia y los argumentos están necesariamente sujetos a interpretación. Y que es necesario enfrentarlos comprendiendo, antes que nada, la caída de ideologías y la consiguiente imposibilidad de formular juicios poco dinámicos, expresados definitivamente en una imagen única, en una descripción única. Es precisamente de esta comparación entre la simulación de la estabilidad de los hechos – en un mundo cerrado por el pasado – y el dinamismo de sus obras – la apertura no esperada de la subjetividad con la que cada uno de nosotros vive esas experiencias – de donde se origina la obra de Bruguera. Así, se establece entre esas circunstancias el juego dialéctico bien orientado, entrelazado con la historia personal y única de la artista.  Tania Bruguera es la protagonista de la mayoría de sus obras, e incluso cuando parece haber una distancia evidente, si se analiza más detenidamente,  queda claro que las narrativas siempre están asociadas a las experiencias personales. No es mera coincidencia que junto a la palabra argumento, muy utilizada en las obras de Tania Bruguera, hay otro término, Autobiografia, ambos como título y, más comúnmente, constituyen el quid semántico de su investigación.

1Pier Paolo Pasolini, Le ceneri di Gramsci, Garzanti, Milan, 1957, p.72.

Ma come io possiedo la storia, essa mi possiede; ne sono illuminato: ma a che serve la luce?

2Tania Bruguera, Acerca de la Política. Series de conferencias, en Tania Bruguera (ed.), Tania Bruguera, Lowitz & Sons, inc., Chicago 2005, p. 152, volumen editado para la 51 Bienal deVenecia.

3Homenaje a Ana Mendieta, de hecho, mantuvo a Tania Bruguera ocupada desde 1985 a 1996.

4Es importante señalar de los dos artistas cubanos más famosos de la post-guerra, Ana Mednieta y Félix González-Torres, que ambos murieron jóvenes, ambos vivieron en el exilio en los Estados Unidos donde desarrollaron trabajo político y “antagonista”, y ambos fueron ignorados por el régimen cubano (y por consiguiente por el resto de la población).

5En este sentido, se debe recordar la intervención de Edmundo Desnoes, Patria o Muerte. Venceremos, (publicada en el sitio web de Tania Bruguera, visitado el 10/01/2009).

6Cf. Karl Marx, Il 18 Brumaio di Luigi Bonaparte, Editori Riuniti, Roma, 2006, que comienza con estas palabras: “Hegel nota in un passo delle sue opere che tutti i grandi fatti e i grandi personaggi della storia universale si presentano per, così dire, due volte. Ha dimenticato di aggiungere la prima volta come tragedia, la seconda volta come farsa”. (Hegel comenta en algún lugar que todos los hechos y personajes importantes de la historia mundial se presentan, de igual modo, dos veces. Olvidó agregar : la primera vez como tragedia, la segunda como farsa.)

Tania Bruguera, Autobiografia-remix, en Tania Bruguera (ed.), Tania Bruguera, cit. pp. 50-51.

8Para más detalles sobre esta obra vea: Tania Bruguera, Sin Título (Habana 2000), en Frontera 2 – Volumen 29, Número 3, Otoño 2002, Editorial de la Universidad Duke; o Nico Israel, VII Bienal de la Habana, en “Artforum International”, Febrero 2001, pp. 147-148.

9Cfr. Luis Camnitzer, Memoria de la Posguerra, en “Art Nexus”, n.15, Enero-Mar 1995.