Movimiento Inmigrante Internacional

ARTLOG
con Laura González
08.07.2011

De: González, Laura «Movimiento Inmigrante Internacional,» ARTLOG, Nueva York, Estados Unidos, 8 de julio, 2011 (video)

http://artlog.com/posts/137-immigrant-movement-international

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Movimiento Inmigrante Internacional

con Laura González

El vecindario de Corona, Queens, es muy diverso. El 46% de su población es nacida en el extranjero y los residentes hablan 167 lenguas distintas. Con una población de unas 100 000 personas, está densamente poblado de inmigrantes que en su mayoría viven en condiciones de estrechez y de posible poca seguridad.

Este año, Corona tiene una nueva residente. Es cubana, vive con el salario mínimo (en estos momentos $7.25) y comparte un apartamento de 4 habitaciones con 11 personas, entre ellas un recién nacido. Su nombre es Tania Bruguera y no es inmigrante ilegal. Es una artista de performances reconocida en todo el mundo que en estos momentos emprende un proyecto de arte a largo plazo con base en la comunidad y se centra en la población inmigrante de Corona.

La iniciativa de Bruguera lleva por título Movimiento Inmigrante Internacional y su estancia en Queens está patrocinada por Creative Time y el Museo de Arte de Queens. El IMI funciona simultáneamente como centro comunal, con clases de inglés y asesoría jurídica y un estudio de arte conceptual que organiza piezas participativas del arte del perfomance en toda la zona. Una pieza consistió en que Bruguera y unos pocos participantes en el programa abordaran el metro e iniciaran conversaciones con desconocidos sobre sus experiencias personales como inmigrantes. Toparon con diversos niveles de hostilidad e interés, lo que habla del objetivo del proyecto en su conjunto: educar y otorgar poderes a la comunidad inmigrante y a la sociedad que la rodea fomentando una interacción activa y un discurso abierto.

Este compromiso físico con ideas abstractas (del que es ejemplo su decisión de vivir con inmigrantes ilegales y con el mismo presupuesto de ellos) y su deseo de atraer al mayor número posible de personas a sus tareas son aspectos centrales de la amplia obra de Bruguera en el performance. Ha tratado extensamente la dinámica de los iconos y estructuras de poder explorando cómo juegan en la relación de la sociedad con su historia, normas y conciencia. Desde ofrecer cocaína a un público colombiano hasta hacer que policías montados a caballo conduzcan al público dentro del Tate Modern, Bruguera expone los códigos no expresados que regulan el comportamiento social. Su arte es resueltamente didáctico, político y participativo… en resumen, pretende ser útil.