Una nueva esencia latina, remezclada y redestilada

Holland Cotter
2003

De: Cotter, Holland «ART REVIEW; A New Latino Essence, Remixed and Redistilled,» The New York Times, Weekend Fine Art Leisure. November 28, 2003. New York, United States.

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Una nueva esencia latina, remezclada y redestilada

Holland Cotter

Esparcidas en un espacio mayor que la energía que generan, se descubren pocas imágenes provocativas en el «El real viaje Real», pequeña muestra de 19 artistas individuales y un colectivo que presenta el P.S. 1.

El título refiere el «descubrimiento» de América por Colón durante expediciones financiadas por la corona española. La exhibición, organizada por el veterano curador residente en Suiza Harald Szeemann, junto con Christian Dominguez y Jimena Blázquez, curadores del P.S. 1, pretende revelar un vínculo históricamente reflexivo entre España y

los países hispanos de América en lo que respecta al arte actual.  En realidad, la muestra, con su abultado catálogo, no

consigue cumplir esta misión y en su lugar, se conforma con ser una vidriera variopinta de 15 artistas nacidos en España, en donde también metieron a un artista de Costa Rica, Cuba, México y Brasil.

El brasileño Ernesto Neto, el más internacionalmente conocido del grupo, aporta un impresionante ejemplar de sus fragantes esculturas biomórficas hechas de bolsas de tela elástica llenas de hierbas, especias y clavos de olor.Llamativo y menos familiar resulta el video basado en performance de Sergio Prego, quien también presenta una muestra individual concurrente en Lombard- Freid en Chelsea.  

Sin embargo, solo tres artistas abordan el tema de la transacción cultural que sugiere el título de la muestra.Uno de ellos es Santiago Sierra, nacido en Madrid y residente en México, quien trae fotografías de proyectos propios sobre temas de inmigración y expropiación. Otra es Pilar Albarracin, quien forja una conexión transmediterránea en una instalación titulada

«El viaje: Habibie.» Dispuesta en exteriores, en el patio del P.S. l, está compuesta por un apaleado y frenéticamente encabritado Mercedes atestado de equipajes de inmigrantes  norafricanos.

No obstante, la pieza más fuerte, por gran diferencia, es una instalación de Tania Bruguera, artista nacida en Cuba que vive en Chicago.Con título «Autobiografia,» la obra persuade al visitante a recorrer un largo y estrecho pasillo lleno de voces que repiten eslóganes políticos de la revolución cubana y que conduce a un pequeño recinto completamente oscuro donde se escuchan pulsos de un ruido incipiente.No recomendado para propensos a la claustrofobia, la obra constituye en sí misma un viaje físico y psicológico.

Es una lástima que «El viaje real» no siga la iniciativa propulsora de Bruguera y se concentre en dramatizar y perturbar la noción de política de identidad, que, en un final, siempre ha estado cargada de problemas. Cuando finalmente esta noción se hizo popular dentro de la corriente predominante del arte de los 90, los artistas que lograron atención gracias a ella, (latinos entre ellos), ya la veían como la forma más reciente, si bien temporalmente comercializable, de acorralarlos en un grupo forastero recién llegado.

Traducido al español por Ernesto Alvarez Valdivia