Tania Bruguera, El clima clandestino en la conversación

Erin Dziedzic
08.05.2009

From: Dziedzic, Erin: «Tania bruguera, The Weather Underground in Conversation,» For -The Weather Underground in Conversation-, presented in coordination with Our Literal Speed.  Interaction with art blog. May 8, 2009. Chicago, United States.

http://erindziedzic.blogspot.com/search?q=Bruguera

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Tania Bruguera, El clima clandestino en la conversación

Habla, Art Chicago, 1 de mayo

«Todo cambia», un performance de flauta/voz y percusión de Janice Misurell-Mitchell y Dane Maxim Richeson aportó el tono de la discusión que le seguiría, haciéndose eco de la idea de cambio y animándonos a escuchar las nociones contrapuestas de que el cambio es posible y, en el mismo aliento, imposible. En su representación del poema de Bertolt Brecht «Todo cambia», Misurell-Michell (flauta/voz) balbucea en su flauta palabras audibles como cambio y aliento, enfatizando la posibilidad del cambio derivado de la perseverancia. En la percusión, Richeson repite pasajes invariables de marchas para sugerir «sin cambio». Este performance musical y de lenguaje hablado, por momentos algo cómico cuando la cara de Misurell-Mitchell se tensa mostrando los dientes para enfatizar la palabra «cambio», sirvió como magnífica escena de transición hacia un panel de discusión políticamente cargado que dirigieron los educadores/activistas William Ayers y Bernardine Dohrn.  

La presencia de Tania Bruguera en este panel fue breve, introdujo a los panelistas y se retiró para participar como miembro del público. Antes de dejar la mesa, nos dejó una pregunta que apenas diez minutos antes ella había puesto en conocimiento de los panelistas. ¿Si pudieras crear una ley nueva, cuál sería?

William Ayers enseguida intervino para responder que crearía una ley para que los ciudadanos estadounidenses que viven en cualquier otro país pudieran votar en las elecciones presidenciales. Seguramente, eso podría suscitar una ola de cambio. Luego, hizo un relato bastante completo de cómo la idea de cambio había sido un factor de sostén muy importante en su vida. Es algo que en ocasiones ha provocado frustración, alegrías sobrecogedoras y, lo más importante, más cambio. Es esta cosa siempre presente que podemos identificar como algo positivo o negativo dependiendo de nuestras convicciones personales. Por ejemplo, cuando Bernardine Dorhn irrumpió en la conversación y comenzó a preguntar si todos habían participado en la marcha del 1ero de mayo, un joven del público decidió que ya había escuchado suficiente de lo que me imagino él pensaba eran intentos banales para generar cambios. Gritando a los panelistas, insistía que estos «movimientos» o gestos públicos en pos del cambio, en realidad no estaban teniendo mucho impacto porque en este país aún había muchos trabajadores sindicalizados que tenían que seguían sufriendo para que el dinero les alcanzara.  Aunque dijo que él pensaba que los movimientos y manifestaciones del pasado eran mucho más significativos desde el punto de vista emocional y físico, [opinaba] se había demostrado que las marchas pacíficas de solidaridad no eran suficientes para un joven.  

Esto motivó que otro miembro del público arrojara sus frustraciones e ideas sobre la aparente falta de plataformas para un cambio «real». Dorhn sugirió que llevar nuestra propia copa e medio llenar no era probablemente un buen comienzo. Finalmente, tras la arenga y el delirio, vino la pregunta. ¿Qué puedo hacer para generar algún tipo de cambio?

Es la pregunta perfecta. Hicieron falta unos pocos gritos innecesarios y cierta actitud pesimista para llegar a ella. Pero allí estaba, mirándonos a la cara a todos aquellos que, de alguna manera, quisimos generar un cambio pero fuimos muy perezosos, ya estábamos ocupados en otros asuntos o no nos sentíamos seguros de nuestras convicciones. Dorhn fue inteligente y no respondió la pregunta de forma explícita porque no existe una respuesta a ella. El cambio llega desde dentro y se deriva de un sinnúmero de factores personales, prácticos y sociopolíticos que se alinean de formas diferentes en cada persona y conforman su propia iniciativa de cambio. De igual modo, como dijo Dorhn: «La bandera americana significa cosas diferentes para diferentes personas», y así sucede con la idea y la motivación para el cambio. Otros miembros del público expusieron sus propias reflexiones e ideas sobre el cambio, desde cosas supuestamente pequeñas que podemos hacer como mantener abiertas las líneas de comunicación, hasta dar con nuestra propia iniciativa de cambio dentro del tipo de arte que practicamos.

La pregunta original que Bruguera presentó al principio del panel: Si pudieras crear una ley nueva, ¿cuál sería?, tuvo un efecto tan único que el evento terminó con una pregunta sumamente importante para los artistas en estos tiempos de economía: ¿Qué puedo hacer para generar un cambio? Después de todo, fue menos una discusión sobre la creación de una ley y la idea de «no cambio», y más un debate sobre cómo evolucionar el cambio, lo cual abraza la naturaleza fluida del cambio y la manera en que los artistas son parte fundamental en este momento de fortalecimiento.

Traducido al español por Ernesto Alvarez Valdivia